8 Mitos del Embargo (Ejecución de Hipoteca)

stock-photo-foreclosure-home-for-sale-sign-in-front-of-beautiful-house-39571216No fue hace tanto tiempo que rara vez se escuchaba la palabra embargo, mucho menos se entendía completamente lo que significa. Hoy en día, es la palabra de moda en casi todas las clases socioeconómicas de Americanos gracias al crecimiento exponencial de las tasas de desempleo, a la explosión de la burbuja del mercado inmobiliario en toda la nación, y a la atmósfera de recesión general que flota sobre nuestro país. Sin embargo, a pesar de la prevalencia del número de personas que están perdiendo sus hogares y su aferramiento al sueño Americano, muchos mitos circulan cuando se trata del tema del embargo.

Mito 1: Mi situación es única. Enfrentar una ejecución de hipoteca puede resultar una experiencia tan traumática y horrible, que algunas personas evitan darse cuenta de la enormidad y alcance del problema. Piensan que están siendo señaladas, y que son las únicas al ser injustamente ´castigadas´ por su prestamista hipotecario. Algunas personas responderán a un inminente embargo con una reacción automática basada en la desinformación o en la falta general de comprensión sobre lo que les está sucediendo, y se convierten en víctimas de estafadores inescrupulosos y de prestamistas usureros que se aprovechan de su vulnerabilidad. Otros ocultarán su cabeza en la arena en un intento de ignorar completamente el problema, esperando que simplemente desaparezca. Entre las emociones de rabia, miedo y confusión, evaden darse cuenta de que hubo 2.8 millones de embargos en el 2009, lo que representa un incremento de 21% sobre 2008. La conclusión es que si usted está enfrentando un embargo, no está sólo.

Mito 2: No existe ayuda para aquéllos que están atrasados en su hipoteca. Algunas personas se encuentran bajo el malentendido de que una vez que se atrasan en sólo un pago de la hipoteca, deben ondear la bandera blanca de la rendición y permitir al banco que embargue. Esto está lejos de la verdad, y sólo empeorará las cosas. Si usted siente que está enfrentando la posibilidad de no poder hacer el siguiente pago de su hipoteca, tome acción y contacte a su prestamista en un intento de alertarlo, y vea qué se puede hacer para trabajar en una solución equitativa. El tiempo pasa rápidamente, y usted pronto se encontrará atrasado en muchas cuotas mensuales. Un abogado calificado puede evitar el papeleo con su prestamista y ayudarle a proponer soluciones en sus asuntos de hipoteca.

Mito 3: El banco quiere mi casa. Si usted piensa que el banco realmente quiere su casa, piénselo otra vez. Los bancos, las compañías hipotecarias y otros prestamistas hipotecarios están en el negocio del préstamo y de las finanzas, no en el negocio de los bienes raíces. El hecho es que el banco perderá dinero, y en cantidades importantes, si se ve forzado a embargar, y está dolorosamente consciente de los problemas que conlleva tratar de revender la propiedad. Algunas personas sienten que su prestamista hipotecario está tratando agresivamente de quitarle su casa para ganar un beneficio adicional. Desafortunadamente, la situación se vuelve problemática rápidamente, si no es que de plano desagradable, y por lo tanto, el llegar a un acuerdo que sea adecuado para todas las partes involucradas es casi imposible sin una asesoría legal.

Mito 4: No existen opciones para los propietarios en apuros. Se da la creencia extendida entre los propietarios de que todo está perdido una vez que un dueño se atrasa en los pagos o ha recibido una notificación de embargo. Este no siempre es el caso. Contratar a un abogado experto y familiarizado con la gran cantidad de leyes que regulan la industria bancaria e que pueda influir en los procedimientos de embargo puede ser su mejor defensa. En la mayoria de los casos, cuando usted recibe el papeleo de embargo, éste está generado por los abogados de su prestamista hipotecario, y no por el banco mismo. Lo más lógico para usted es contratar a un abogado experto y dinámico para la mejor protección de sus intereses, y su futuro financiero. Un abogado debe ser capaz de negociar una modificación de préstamo aceptable o un plan de refinanciamiento que le permita conservar su casa mientras efectúa pagos más accesibles. Si su caso involucra extenuantes dificultades financieras, un abogado también será capaz de aconsejarle sobre la posibilidad de declararse en bancarrota, para lo cual usted debería poder conservar su casa mientras se estructura un plan de refinanciamiento beneficioso para ambas partes.

Mito 5: El propietario tiene que irse después de recibir una notificación de embargo. Aún si usted es notificado con un papel de aviso de embargo, no significa que necesitará evacuar la propiedad inmediatamente. En la mayoría de las instancias, pasarán meses entre la fecha en que usted recibe la notificación y la fecha real en la que usted tendrá que salir de la casa. Después de ser notificado, usted generalmente cuenta con un periodo prescrito, usualmente de 20 días, para responder por escrito a la notificación de embargo. Ya que su embargo fue solicitado ante el juzgado de su jurisdicción, su respuesta escrita necesitará ser presentada ahí mismo, junto con la respuesta al prestamista hipotecario o a su representante legal. Después de eso, el proceso de litigio continuará hasta que el caso de embargo llegue a una disposición final vía una desestimación, o veredicto final de embargo. El tiempo y tipo de resultado depende del fondo legal del caso, y de las defensas legales planteadas en su caso.

Mito 6: Mi prestamista se ha olvidado de mí en esta crisis de embargos. Si usted se ha retrasado en varios pagos y se encuentra en moratoria de su préstamo, podría llevarse meses antes de que su prestamista hipotecario le envíe una notificación oficial en su esfuerzo por cobrar el saldo total de su préstamo. Muchas personas están bajo la impresión de que, ya que no han tenido noticias de su prestamista cuando dejaron de hacer sus pagos, ya se encuentran libres de culpa. Puede estar seguro de que su prestamista no se olvidó de usted. Con el número de embargos que la mayoría de las instituciones prestamistas están lidiando estos días, les llevará un tiempo ejecutar el suyo, pero lo harán. Será mejor que usted no ignore la situación, y que intente consultar a un abogado calificado de embargos para que revise las opciones legales que tiene.

Mito 7: Todo lo que está en mi casa es mío. Un embargo significa que usted perderá su casa, no las posesiones que hay adentro. Se le dará un número específico de días para evacuar la propiedad, aunque una vez que los procedimientos de embargo han terminado y se le haya instruido para que se mude, puede ser muy poco tiempo. Muchas personas sienten que es su derecho a sacar los artículos de la propiedad, cuando bajo circunstancias normales como la venta de la casa, serían parte de la propiedad. Llenas de rabia por la pérdida de su casa, algunas personas han roto baños, lavabos, aparatos, abanicos de techo y dispositivos de iluminación en un esfuerzo por ´vengarse´ de su prestamista. No lo haga, este tipo de acción únicamente agravará sus problemas.

Mito 8: Un embargo es el final de los problemas financieros y legales. La mayoría de las personas piensan que una vez que el banco embarga y han abandonado la propiedad, sus problemas se acabaron. Este puede no ser el caso. Si el prestamista no puede vender exitosamente la propiedad a un precio que satisfaga cualquier saldo remanente del préstamo, irá tras de usted por el dinero. Además, habrá cuotas de interés adicionales incluidas también. Un abogado puede negociar con su prestamista para aliviar su responsabilidad financiera por cualquier saldo del préstamo, pero solamente si se lleva a cabo antes de la audiencia real de embargo. Una vez más, el banco no quiere su casa, usted se sorprendería de qué tan dispuesto está de renunciar a sus derechos a cobrarle cualquier saldo remanente del préstamo, si se le da la oportunidad de revisar las circunstancias con su abogado. Las posibles complicaciones fiscales y otros asuntos hacen que su mejor opción sea consultar a un abogado y a un CPA (Contador Público Certificado).